Como en un lecho de vivas lápidas
Ha muerto tu nombre
El aire de tus alas
El misterio que aullaba advirtiéndote el encanto
Como en una procesión detrás de tus ojos también van
Los seres que amamantaste
La soledad como fantasma mordaz y riente
El placer como caracol que se encoje succionando
Lo áureo de tus llagas
Tu cuerpo cae en el poema
Y acaso estas palabras germinando en tu tierra muerta
Sean los perfectos pies
Para comenzar los verdaderos pasos
Cubierta
Moldeada de ti
Renazco
Para seguir el rigor contrario de tu sombra.
Denisse Vega