Te busco
desde los azules que coronan
los rincones más ocultos de mi calle,
hasta la página web de la luna,
pasando por las mujeres, tan bellas, tan efímeras,
y por los niños que, en Navidad,
juegan a los castillos con el hambre.
Ausencia.
Raúl Calvo Valera
31 may 2010
28 may 2010
La inmensidad de tu cielo muerto
Conmigo no hacen falta las palabras,
mírame,
te he dicho que acepto,
que de ti lo acepto todo:
el frío de tus labios,
el vacío de tus ojos,
la inmensidad de tu cielo muerto.
Pero no hables,
bésame si me quieres besar,
mírame a los ojos, amor mío,
yo acepto, yo necesito
tu mundo enfermo y doloroso.
Iván Cruz Osorio
mírame,
te he dicho que acepto,
que de ti lo acepto todo:
el frío de tus labios,
el vacío de tus ojos,
la inmensidad de tu cielo muerto.
Pero no hables,
bésame si me quieres besar,
mírame a los ojos, amor mío,
yo acepto, yo necesito
tu mundo enfermo y doloroso.
Iván Cruz Osorio
Disparo que se expande por las vísceras
Hay una incógnita tatuada en tu espalda
cada vez que mis dedos descalzos recorren las calles,
como trazar la ruta a los olvidos
con humo entre los párpados,
sentirse lumpen en un mapa y sin destino.
Hay algo de ti que crece entre nosotros.
Mecanismo de asfalto incontrolable.
Disparo que se expande por las vísceras,
suelta coágulos,
quizá tumultos que habitan en baldosas grasientas:
Mujeres que dopan a sus hijos,
extravíos que se tiran en el metro,
comercio que defeca entre los parques.
Hay un laberinto que lleva tu nombre.
Pero es tarde
ululares de sirena muerta
me hacen perderte la pista
otra vez.
Daniel Malpica
cada vez que mis dedos descalzos recorren las calles,
como trazar la ruta a los olvidos
con humo entre los párpados,
sentirse lumpen en un mapa y sin destino.
Hay algo de ti que crece entre nosotros.
Mecanismo de asfalto incontrolable.
Disparo que se expande por las vísceras,
suelta coágulos,
quizá tumultos que habitan en baldosas grasientas:
Mujeres que dopan a sus hijos,
extravíos que se tiran en el metro,
comercio que defeca entre los parques.
Hay un laberinto que lleva tu nombre.
Pero es tarde
ululares de sirena muerta
me hacen perderte la pista
otra vez.
Daniel Malpica
Corazón reventado
el corazón reventado como un sol solitario soliloquio
soy la fantoche fantasía fanática de un cuerpo líquido
espejismo espeluznante espantapájaros en el bosque de tus ojos
enfurruñada enferma enfocada en buscarle pies a una sirena
distraída dispersa discípula de tu boca
lenguaraz por tu lengua lenta
torpe torpísima torrencial ante tu ausencia
nocturna noctámbula nociva horizontal
te prefiero vertical vértigo verdad
dame la palma palmera palabra de tu tacto
y llévame al paradero del paraíso en la parvada de tu mano
ardo ardiente arde ardida hasta en la entraña
escribo un conjuro congoja consuelo para tontos
lloro llorar el llanto del amante
que asimila asiente asevera su condena
victima victoriosa victimaria
de una madrugada mandrágora mantis venenosa
invertebrada invernal inverosímil
que insomne insoluta insoportable me insola de recuerdo
el corazón reventado como un sol solitario soliloquio
soy la fantoche fantasía fanática de un cuerpo líquido
espejismo espeluznante espantapájaros en el bosque de tus ojos
enfurruñada enferma enfocada en buscarle pies a una sirena.
Anaïs Abreu D’argence
soy la fantoche fantasía fanática de un cuerpo líquido
espejismo espeluznante espantapájaros en el bosque de tus ojos
enfurruñada enferma enfocada en buscarle pies a una sirena
distraída dispersa discípula de tu boca
lenguaraz por tu lengua lenta
torpe torpísima torrencial ante tu ausencia
nocturna noctámbula nociva horizontal
te prefiero vertical vértigo verdad
dame la palma palmera palabra de tu tacto
y llévame al paradero del paraíso en la parvada de tu mano
ardo ardiente arde ardida hasta en la entraña
escribo un conjuro congoja consuelo para tontos
lloro llorar el llanto del amante
que asimila asiente asevera su condena
victima victoriosa victimaria
de una madrugada mandrágora mantis venenosa
invertebrada invernal inverosímil
que insomne insoluta insoportable me insola de recuerdo
el corazón reventado como un sol solitario soliloquio
soy la fantoche fantasía fanática de un cuerpo líquido
espejismo espeluznante espantapájaros en el bosque de tus ojos
enfurruñada enferma enfocada en buscarle pies a una sirena.
Anaïs Abreu D’argence
La que alivia y espina
Tu boca
que viene como de la selva.
Tu sangre
que corre por mis venas.
Un castigo,
la memoria de tu cadera.
El letargo
de tu cara en el espejo.
Tu luz
como un veneno de diseño.
La manera de pensarte en tu ausencia.
Las razones para odiarte si me dejas.
Los motivos de una o dos huidas breves.
Damien Rice gritando "qué coño quieres".
Un amor que lo es
porque nunca va a ser,
como ya fue todo.
Un amor que ya fue
como nunca va a ser
como ya fue todo.
El desconsuelo de no creer y no querer creer,
la libertad de equivocarse uno mismo.
Un andén cosido a navajazos en tu prosa,
esa noche en blanco y negro, bossa…
como tu piel y mi piel
en blanco y negro, bossa...
Tu ausencia
la que alivia y espina.
Tu espalda
que acabó en muerte súbita.
Un plato del revés contigo adentro.
Te regalo el hueco de mi abrazo.
Mi amor
trabajando en las esquinas,
a espera de tu tren con retraso.
Siempre amé
esta vida hecha pedazos.
Un amor.
Paco Cifuentes
26 may 2010
Como ron sin disparates
Nace el amor cuando menos lo piensas,
se acaba el tiempo reseco de las nomeolvides, del deseo marchito y agobiante,
los corazones laten de una manera misteriosa, callada,
y nuestras fotografías son láminas de un álbum que nadie más llenó.
Los zapatos hacen cantar al pavimento su romanza de antaño,
y sin que podamos evitarlo nos sorprendemos saltando un poco,
nos hacemos estampa de esta dicha que ha nacido después de la lluvia,
bajo un sol de enero.
Las mañanas son calladas cuando pienso en ti, tienen un rumor venturoso,
son mejores que el salmón y la champaña de hace tiempos.
No has nacido del fondo de una mente turbulenta,
tu rostro tiene el don de los ídolos pequeños,
no hace falta llamarlo para que acuda a la cita.
Nuestro afán es distinto, y podemos asegurar que es pasto, es agua clara,
volvemos a repetir el nombre amado, y los días se van sin amargura.
Algo hay en esta risa tuya que ha encontrado el sendero, no vacila,
y me ofrece un amor que es bueno, bueno como ron sin disparates.
Juan Felipe Robledo
se acaba el tiempo reseco de las nomeolvides, del deseo marchito y agobiante,
los corazones laten de una manera misteriosa, callada,
y nuestras fotografías son láminas de un álbum que nadie más llenó.
Los zapatos hacen cantar al pavimento su romanza de antaño,
y sin que podamos evitarlo nos sorprendemos saltando un poco,
nos hacemos estampa de esta dicha que ha nacido después de la lluvia,
bajo un sol de enero.
Las mañanas son calladas cuando pienso en ti, tienen un rumor venturoso,
son mejores que el salmón y la champaña de hace tiempos.
No has nacido del fondo de una mente turbulenta,
tu rostro tiene el don de los ídolos pequeños,
no hace falta llamarlo para que acuda a la cita.
Nuestro afán es distinto, y podemos asegurar que es pasto, es agua clara,
volvemos a repetir el nombre amado, y los días se van sin amargura.
Algo hay en esta risa tuya que ha encontrado el sendero, no vacila,
y me ofrece un amor que es bueno, bueno como ron sin disparates.
Juan Felipe Robledo
Solo tenemos el miedo
Dormimos como hermanos,
reptiles a punto de despertar,
en una cama que no es de nadie.
Estamos enfermos,
amar es un vicio
que nos ha dejado ciegos.
Todo lo sentimos ajeno,
solo tenemos el miedo
y esta maleta que empacamos
y desempacamos al ritmo del deseo.
Catalina González Restrepo
reptiles a punto de despertar,
en una cama que no es de nadie.
Estamos enfermos,
amar es un vicio
que nos ha dejado ciegos.
Todo lo sentimos ajeno,
solo tenemos el miedo
y esta maleta que empacamos
y desempacamos al ritmo del deseo.
Catalina González Restrepo
25 may 2010
A veces suelo ver tus manos
A veces suelo ver tus manos en el tejado
Al borde de un sol que se quiebra.
De mis ojos a ellas hay sólo su respiración.
Suelo sorprenderlas
Y se vuelven violetas sobre una nube:
Cuando se acercan, las alcanzo como a un cigarro
Y las fumo secretamente bajo mi estrella.
Otras veces,
Las bebo como a un amanecer
O como a un sol que desnuda
Y entonces despiertan sus religiones
Y se trenzan en torno a mi costilla.
Y mi piel verdosa se vuelve azul como ellas.
Hoy,
Se acercaron hasta mi lámpara,
Rondaron mi cama,
Y yo no supe ni qué hacer con ellas.
Antonia Torres
Al borde de un sol que se quiebra.
De mis ojos a ellas hay sólo su respiración.
Suelo sorprenderlas
Y se vuelven violetas sobre una nube:
Cuando se acercan, las alcanzo como a un cigarro
Y las fumo secretamente bajo mi estrella.
Otras veces,
Las bebo como a un amanecer
O como a un sol que desnuda
Y entonces despiertan sus religiones
Y se trenzan en torno a mi costilla.
Y mi piel verdosa se vuelve azul como ellas.
Hoy,
Se acercaron hasta mi lámpara,
Rondaron mi cama,
Y yo no supe ni qué hacer con ellas.
Antonia Torres
23 may 2010
Tu cuello violeta entre la noche
Como la poderosa anémona de la vigilia.
Como una púa perpetua tatuándote tus mejores muslos.
Como la serpiente enemistada de la selva
te atrapa mi cardumen infinito,
mi nalga abierta,
el ruido tempestuoso de mi aire viciado.
Te atrapa solamente con la punta de sus piernas
mientras los curiosos caen como velas absurdas.
Tu piel de escamas de lobo.
Tu cuello violeta entre la noche.
Tus manos enormes cediendo paso en este lago leve de mi cuarto.
Cuando te encuentro siempre finjo ser inocente.
Sin embargo te atrapo cadenciosamente
con lenguas tenaces,
con mi filoso jadeo de ermitaño,
con mi camisón de seda verde.
Te atrapo en el sinuoso paraíso infame del sexo.
Porque hacerte el amor es parte de mi rito
como lamer el espacio vacío en tus rodillas
o conquistar los nudos de nuestro pasado inservible.
Hacerte el amor es parte de mi fuerza.
Todo bajo la antorcha muriendo.
Todo por sobre los otros.
Por sobre la noche ácida de mi vida.
Mejor pensar que los osos temibles de la infancia no vuelven.
Mejor hacerte el amor
como la reina exiliada
y tocar tu hueso absoluto
y traerte hasta mí.
Animal desatado en mi tormenta.
Bestia infiel rejuveneciendo en mi cama.
Patricia Díaz Bladet
Como una púa perpetua tatuándote tus mejores muslos.
Como la serpiente enemistada de la selva
te atrapa mi cardumen infinito,
mi nalga abierta,
el ruido tempestuoso de mi aire viciado.
Te atrapa solamente con la punta de sus piernas
mientras los curiosos caen como velas absurdas.
Tu piel de escamas de lobo.
Tu cuello violeta entre la noche.
Tus manos enormes cediendo paso en este lago leve de mi cuarto.
Cuando te encuentro siempre finjo ser inocente.
Sin embargo te atrapo cadenciosamente
con lenguas tenaces,
con mi filoso jadeo de ermitaño,
con mi camisón de seda verde.
Te atrapo en el sinuoso paraíso infame del sexo.
Porque hacerte el amor es parte de mi rito
como lamer el espacio vacío en tus rodillas
o conquistar los nudos de nuestro pasado inservible.
Hacerte el amor es parte de mi fuerza.
Todo bajo la antorcha muriendo.
Todo por sobre los otros.
Por sobre la noche ácida de mi vida.
Mejor pensar que los osos temibles de la infancia no vuelven.
Mejor hacerte el amor
como la reina exiliada
y tocar tu hueso absoluto
y traerte hasta mí.
Animal desatado en mi tormenta.
Bestia infiel rejuveneciendo en mi cama.
Patricia Díaz Bladet
Transfiguración de la Medusa
A la memoria de José Padilla
Tu nombre va con la marea y con la marea vuelveVuelve a esta orilla tu rostro quebrantado y el cielo se aturde en colores que no preciso
Vuelve tu voz estrangulada
Tu latir hecho pedazos de bruma
Añicos de bruma
Tu suspiro de cloroformo
Vuelves a esta hora espectral
A este mar espectral
Haciendo señales con un espejo de cromo
Vuelves de ocho años
Con tu traje de primera comunión y un ruple de estampitas con endemoniadas medusas fulgurantes
Vuelves cada noche
Lánguido
Monstruosamente travestido
Hermosamente muerto
En esta animada pesadilla que ha sido tu muerte
John Better
21 may 2010
And the heavens open every time she smiles
I can hear her heart beat for a thousand miles
And the heavens open every time she smiles
And when I come to her that's where I belong
Yet I'm running to her like a river's song
Van Morrison
Tu cuerpo cae en el poema
Como en un lecho de vivas lápidas
Ha muerto tu nombre
El aire de tus alas
El misterio que aullaba advirtiéndote el encanto
Como en una procesión detrás de tus ojos también van
Los seres que amamantaste
La soledad como fantasma mordaz y riente
El placer como caracol que se encoje succionando
Lo áureo de tus llagas
Tu cuerpo cae en el poema
Y acaso estas palabras germinando en tu tierra muerta
Sean los perfectos pies
Para comenzar los verdaderos pasos
Cubierta
Moldeada de ti
Renazco
Para seguir el rigor contrario de tu sombra.
Denisse Vega
Ha muerto tu nombre
El aire de tus alas
El misterio que aullaba advirtiéndote el encanto
Como en una procesión detrás de tus ojos también van
Los seres que amamantaste
La soledad como fantasma mordaz y riente
El placer como caracol que se encoje succionando
Lo áureo de tus llagas
Tu cuerpo cae en el poema
Y acaso estas palabras germinando en tu tierra muerta
Sean los perfectos pies
Para comenzar los verdaderos pasos
Cubierta
Moldeada de ti
Renazco
Para seguir el rigor contrario de tu sombra.
Denisse Vega
Un fantasma crudo
Mi cuerpo es un pasillo de madrugada,
un fantasma crudo que llora por las ojeras de tus ojos negros,
por las espinas de tus brazos flacos
y que respira cañazo y orujo como hora de cenar.
Mi cuerpo recuerda siluetas
Recuerda pájaro hombre que persigue al sol,
y que sin querer se duerme a tu lado luna,
como toro en Soledad.
Tu cuerpo es un sonrojo que en mi pasillo translúcido
se mira,
Y entonces aquellos ojos, son mis ojos
son noche como gato,
como bestia amarga,
que te sigue, y acosa y que luego,
Se va.
Andrea Cabel
un fantasma crudo que llora por las ojeras de tus ojos negros,
por las espinas de tus brazos flacos
y que respira cañazo y orujo como hora de cenar.
Mi cuerpo recuerda siluetas
Recuerda pájaro hombre que persigue al sol,
y que sin querer se duerme a tu lado luna,
como toro en Soledad.
Tu cuerpo es un sonrojo que en mi pasillo translúcido
se mira,
Y entonces aquellos ojos, son mis ojos
son noche como gato,
como bestia amarga,
que te sigue, y acosa y que luego,
Se va.
Andrea Cabel
19 may 2010
Creías ser la dueña del mar
Sé que he sido un cobarde,
sé que lo soy aun en la canción,
pero ya es tarde y no logro encontrar
una manera mejor de explicarme.
Tú creías ser la más fuerte,
creías ser la dueña del mar,
pero al rodar por la arena ahora ves
que el mar no es tuyo y maldices tu suerte.
Con tu esmeralda y tus rosas
y tu melena color de miel
haciendo trucos de virgen de por aquí.
Jamás creí en esa clase de cosas.
Y aunque no supe quererte
en días como hoy a veces pienso en ti.
No creas que cometiste un error,
como ya dije, no eras tan fuerte.
Y dime qué ves
cuando ves tu reflejo
dentro del agua.
Las manos dentro del agua
son garras que parecen temblar.
Yo te limpié, yo te di de comer,
yo descubrí esa línea en tu espalda.
Nacho Vegas
Perfil de nube
Yo podría decirte que mi nombre es Jueves
si es que tú, por ese día, nacieras en mí.
No logro dejar de hablar de tus modales
ocultando el sol,
me persigue el resplandor de lo negado,
espléndido resplandor,
debes tener perfil de nube
para estar tan serena en las alturas.
Y, ¿ serás una virgen ?, o simplemente
aquella maldición de la belleza en un barrio
de hambre.
Este es un tono demasiado intimista
para los muertos que se apilan mientras tú
compras el pan.
El deseo es un gato que rueda escaleras
y ni siquiera muestra una garra para evitar
que lo pateen,
no cruces la pista, no entres en tu casa,
después de una visión como la tuya
por la mañana,
quién responderá si es que no logro resignarme.
Martín Rodríguez-Gaona
si es que tú, por ese día, nacieras en mí.
No logro dejar de hablar de tus modales
ocultando el sol,
me persigue el resplandor de lo negado,
espléndido resplandor,
debes tener perfil de nube
para estar tan serena en las alturas.
Y, ¿ serás una virgen ?, o simplemente
aquella maldición de la belleza en un barrio
de hambre.
Este es un tono demasiado intimista
para los muertos que se apilan mientras tú
compras el pan.
El deseo es un gato que rueda escaleras
y ni siquiera muestra una garra para evitar
que lo pateen,
no cruces la pista, no entres en tu casa,
después de una visión como la tuya
por la mañana,
quién responderá si es que no logro resignarme.
Martín Rodríguez-Gaona
Que me tiemblen las piernas
Yo sólo busco
que me tiemblen las piernasque seas de esas
que nadie recomienda
Yo sólo busco
que nadie lo entienda
que nos rajen la espalda al pasar
Pereza
Solo tu aliento
Solo tu aliento me protege este invierno.
Temiendo cada contacto con lo humano
cada olor que se pega a la piel
amo lo que hay en ti de piedra o de pantera
tu exactitud de roca tu felino delirio
tu silencio y vacío que me nutren y aíslan.
Amo
como una flor incierta que tampoco
se atreve a mirar el mundo
y destila su olor en un bosque de sombras.
Alejandro Salas
Temiendo cada contacto con lo humano
cada olor que se pega a la piel
amo lo que hay en ti de piedra o de pantera
tu exactitud de roca tu felino delirio
tu silencio y vacío que me nutren y aíslan.
Amo
como una flor incierta que tampoco
se atreve a mirar el mundo
y destila su olor en un bosque de sombras.
Alejandro Salas
Intenso como el mar
Debe haber un poema que hable de ti,
un poema que habite algún espacio
donde pueda hablarte sin cerrar los ojos,
sin llegar necesariamente a la tristeza.
Debe haber un poema que hable de ti y de mí.
Un poema intenso como el mar,
azul y reposado en las mañanas,
oscuro y erizado por las noches
irrespetuoso en el orden de las cosas, como el mar
que cobija a los peces y cobija también a las estrellas.
Deseo para ti el sencillo equilibrio del mar, su profundidad
y su silencio, su inmensidad y su belleza.
Para ti un poema transparente,
sin palabras difíciles que no puedas entender,
un poema silencioso que recuerdes sin esfuerzo
y sea tierno y frágil como la flor que no me atreví a enredar
alguna vez en tu cabello.
Pero qué difícil es la flor si apenas la separamos del tallo
dura apenas unas horas,
qué difícil es el mar si apenas le tocamos se marcha lentamente
y vuelve al rato con inesperada furia.
No, no quiero eso para ti.
Quiero un poema que golpee tu almohada en horas de la noche,
un poema donde pueda hallarte dormida, sin memoria,
sin pasado posible que te altere.
Desde que te conozco voy en busca de ese poema,
ya es de noche. Los relojes se detienen cansados en su marcha,
la música se suspende en un hilo
donde cuelga tristemente tu recuerdo.
Ahora pienso en ti y pienso
que después de todo conocerte no ha sido tan difícil
como escribir este poema.
Eduardo Chirinos
un poema que habite algún espacio
donde pueda hablarte sin cerrar los ojos,
sin llegar necesariamente a la tristeza.
Debe haber un poema que hable de ti y de mí.
Un poema intenso como el mar,
azul y reposado en las mañanas,
oscuro y erizado por las noches
irrespetuoso en el orden de las cosas, como el mar
que cobija a los peces y cobija también a las estrellas.
Deseo para ti el sencillo equilibrio del mar, su profundidad
y su silencio, su inmensidad y su belleza.
Para ti un poema transparente,
sin palabras difíciles que no puedas entender,
un poema silencioso que recuerdes sin esfuerzo
y sea tierno y frágil como la flor que no me atreví a enredar
alguna vez en tu cabello.
Pero qué difícil es la flor si apenas la separamos del tallo
dura apenas unas horas,
qué difícil es el mar si apenas le tocamos se marcha lentamente
y vuelve al rato con inesperada furia.
No, no quiero eso para ti.
Quiero un poema que golpee tu almohada en horas de la noche,
un poema donde pueda hallarte dormida, sin memoria,
sin pasado posible que te altere.
Desde que te conozco voy en busca de ese poema,
ya es de noche. Los relojes se detienen cansados en su marcha,
la música se suspende en un hilo
donde cuelga tristemente tu recuerdo.
Ahora pienso en ti y pienso
que después de todo conocerte no ha sido tan difícil
como escribir este poema.
Eduardo Chirinos
17 may 2010
How insensitive
How insensitive
I must have seemed
When she told me that she loved me
How unnerved and cold
I must have seemed
When she told me so sincerely
Why she must have asked
Did I just turn and stare in icy silence
What was I to say?
What can you say
When a love affair is over?
Tom Jobim
Un silencio inocente
Arrodillado
retorno a mis orígenes
al universo de la escasez:
la mano
la caricia de la lanza
la estampida de los búfalos oscureciendo el horizonte
y al sosegar el polvo
los dioses olvidados en las húmedas cavernas.
Sobre la piedra
el contorno del bosque
honra la máscara
y la madera
morada germinal del fuego.
Los ritos de los cuerpos
regresan su siglo de gritos a los vientres
las lenguas
retroceden la llanura de Babel
un silencio inocente
es el respiro de la aurora.
Pero
dónde estás
descalza
a la orilla de qué lenguaje
la línea que lleva desde el instante hasta el principio
traza la marca de tu ausencia.
O eres a los dedos como a la mañana
un signo apenas
una inmensa interjección alucinada.
Mujer o reino
agua que está detrás de todos los deseos
profundidad de pozo
nadie.
Y si te nombran
y yo aún arrodillado
y tú todavía me esperas
vestida con todas las niñas que fuiste
pasado el umbral
abiertos los brazos
cuando todo se haya dado
y traigan para mí
la túnica de la muerte.
Gary Daher Canedo
retorno a mis orígenes
al universo de la escasez:
la mano
la caricia de la lanza
la estampida de los búfalos oscureciendo el horizonte
y al sosegar el polvo
los dioses olvidados en las húmedas cavernas.
Sobre la piedra
el contorno del bosque
honra la máscara
y la madera
morada germinal del fuego.
Los ritos de los cuerpos
regresan su siglo de gritos a los vientres
las lenguas
retroceden la llanura de Babel
un silencio inocente
es el respiro de la aurora.
Pero
dónde estás
descalza
a la orilla de qué lenguaje
la línea que lleva desde el instante hasta el principio
traza la marca de tu ausencia.
O eres a los dedos como a la mañana
un signo apenas
una inmensa interjección alucinada.
Mujer o reino
agua que está detrás de todos los deseos
profundidad de pozo
nadie.
Y si te nombran
y yo aún arrodillado
y tú todavía me esperas
vestida con todas las niñas que fuiste
pasado el umbral
abiertos los brazos
cuando todo se haya dado
y traigan para mí
la túnica de la muerte.
Gary Daher Canedo
Estaré colocado en el punto nulo
No estaré en el lugar que prometí
no permaneceré de pie ante la estatua de polvo
ni diré una palabra ese día
Se acercarán alacranes mecánicos y personas de género
inmensas partículas de imágenes olvidadas
que renacerán desde el primer respiro de un niño,
hambrientas botellas de un vino seco y malherido
que no beberé.
No separaré tu imagen del fondo de la ciudad
no reconoceré a mis hijos ni a mis libros
ni impediré que ellos se establezcan con sus bártulos
en medio de ese lugar que aún es sagrado
Se me exigirá una acción convincente
una pirueta salvaje que contradiga a la arquitectura
un sermón pesado, un lingote de ira.
Pero no haré nada, no partiré nada,
no asombraré a nadie:
Estaré colocado en el punto nulo
donde sólo nos atravesará el olvido:
a ti y a mí, no te escaparás
Nicolás Maré
no permaneceré de pie ante la estatua de polvo
ni diré una palabra ese día
Se acercarán alacranes mecánicos y personas de género
inmensas partículas de imágenes olvidadas
que renacerán desde el primer respiro de un niño,
hambrientas botellas de un vino seco y malherido
que no beberé.
No separaré tu imagen del fondo de la ciudad
no reconoceré a mis hijos ni a mis libros
ni impediré que ellos se establezcan con sus bártulos
en medio de ese lugar que aún es sagrado
Se me exigirá una acción convincente
una pirueta salvaje que contradiga a la arquitectura
un sermón pesado, un lingote de ira.
Pero no haré nada, no partiré nada,
no asombraré a nadie:
Estaré colocado en el punto nulo
donde sólo nos atravesará el olvido:
a ti y a mí, no te escaparás
Nicolás Maré
Como dos pájaros que se hunden
amo lo que permanece
amo el amor que se desplaza sin vértigo
sobre una línea tendida en el agua
como dos pájaros que se hunden
hasta el fondo de su transparencia
buscando el origen de la gravedad
y sólo hallan la historia de su caída
y yo caigo con ellos
caigo siempre
adentro tuyo caigo hasta ti
sumergido por una gota de luz
caes protegido por una estrella doble
el amor es doble
doble su permanencia
doble el brillo en el agua
Alejandra del Valle
amo el amor que se desplaza sin vértigo
sobre una línea tendida en el agua
como dos pájaros que se hunden
hasta el fondo de su transparencia
buscando el origen de la gravedad
y sólo hallan la historia de su caída
y yo caigo con ellos
caigo siempre
adentro tuyo caigo hasta ti
sumergido por una gota de luz
caes protegido por una estrella doble
el amor es doble
doble su permanencia
doble el brillo en el agua
Alejandra del Valle
Love will tear us apart again
When the routine bites hard
And ambitions are low
And the resentment rides high
But emotions wont grow
And were changing our ways,
Taking different roads
Then love, love will tear us apart again
Why is the bedroom so cold
Turned away on your side?
Is my timing that flawed,
Our respect run so dry?
Yet theres still this appeal
That weve kept
through our lives
Love, love will tear us apart again
Do you cry out in your sleep
All my failings expose?
Get a taste in my mouth
As desperation takes hold
Is it something so good
Just cant function no more?
When love,
love will tear us apart again.
Cuando la rutina aprieta,
Y las ambiciones están por los suelos,
Y el resentimiento cabalga fuerte,
Las emociones no crecen
Y al cambiar nuestros caminos,
Tomando carreteras diferentes
El amor, el amor nos destrozará otra vez.
¿Por qué la cama está tan fría
del lado en el que tú estás?
¿Soy yo el que no está a la altura?
¿Hemos perdido el respeto mutuo?
Todavía queda algo de atracción,
Que hemos mantenido
A lo largo de nuestras vidas
Amor, el amor nos destrozará otra vez.
¿Gritas todos mis errores
Cuando estás durmiendo?
Tengo un sabor en la boca
Mientras la desesperación aguanta.
¿Es eso algo bueno?
¿No podrá funcionar nunca más?
Cuando el amor,…
El amor nos destrozará otra vez.
Joy Division
No es clavar un puñal en el cielo
Aquello que terminó
está sucediendo todavía.
Aquel amor que fue regresa.
Porque todo lo que lleva sangre o música
tarde o temprano se reanuda.
Pero cuidado.
Mi carne te conoce,
mis dedos caminaron ya cien veces
en la luz señera de tu cuerpo.
Y no es agua la sed.
No es clavar un puñal en el cielo
y desatar una tormenta.
Daniel Calabrese
está sucediendo todavía.
Aquel amor que fue regresa.
Porque todo lo que lleva sangre o música
tarde o temprano se reanuda.
Pero cuidado.
Mi carne te conoce,
mis dedos caminaron ya cien veces
en la luz señera de tu cuerpo.
Y no es agua la sed.
No es clavar un puñal en el cielo
y desatar una tormenta.
Daniel Calabrese
16 may 2010
La letra es falsa
Ebria, todo huele a frutas en tu cuerpo
frutas de climas antiguos y mañanas donde estoy sordo
Aprieta esa axila y sofoca la frase
mi mano se endurece la letra es falsa
nada está dicho la letra es falsa
En balcones negros la letra
en homicidios a plena luz la letra
en letrinas la letra es falsa
Pegadas las caras a la almohada miento
estoy sordo ahogado en frutas la letra
es falsa, borracha
Continuamente tu cuerpo huele a uva
la cebada y yo sordo y yo miento
no huelo a nada salvo a letra
Nicolás Maré
frutas de climas antiguos y mañanas donde estoy sordo
Aprieta esa axila y sofoca la frase
mi mano se endurece la letra es falsa
nada está dicho la letra es falsa
En balcones negros la letra
en homicidios a plena luz la letra
en letrinas la letra es falsa
Pegadas las caras a la almohada miento
estoy sordo ahogado en frutas la letra
es falsa, borracha
Continuamente tu cuerpo huele a uva
la cebada y yo sordo y yo miento
no huelo a nada salvo a letra
Nicolás Maré
La ubicación de nuestros días
Nada tenemos que ver con la vida
cuando caminamos de la mano y nos besamos en las esquinas
y empañamos con un suspiro los espejos torcidos
de todas las vitrinas.
Nada tenemos que ver con la vida
y así y todo recorremos la ciudad que ignoramos
con la fe a punto de cuajar en la cocina.
Nada tenemos que ver con la vida
pero la derramamos en todas las acequias
y juntos besamos a todos los ambulantes.
Nada tenemos que ver
pero a partir de esta ciudad despeinada
será trazada la ubicación de nuestros días.
De la ventana penden los espejos de la bella miseria,
las ropas que olvidamos llevar, el espanto como una tripa.
En cada muro
las casas que no habitamos pero que poseemos.
Corremos a ocultarnos en ellas
a mirar el mismo atardecer de mañana
y la vida mordiéndonos el corazón con su mirada.
Antonia Torres
cuando caminamos de la mano y nos besamos en las esquinas
y empañamos con un suspiro los espejos torcidos
de todas las vitrinas.
Nada tenemos que ver con la vida
y así y todo recorremos la ciudad que ignoramos
con la fe a punto de cuajar en la cocina.
Nada tenemos que ver con la vida
pero la derramamos en todas las acequias
y juntos besamos a todos los ambulantes.
Nada tenemos que ver
pero a partir de esta ciudad despeinada
será trazada la ubicación de nuestros días.
De la ventana penden los espejos de la bella miseria,
las ropas que olvidamos llevar, el espanto como una tripa.
En cada muro
las casas que no habitamos pero que poseemos.
Corremos a ocultarnos en ellas
a mirar el mismo atardecer de mañana
y la vida mordiéndonos el corazón con su mirada.
Antonia Torres
15 may 2010
True love waits
I'll drown my beliefs
To have you be at peace
I'll dress like your niece
To wash your swollen feet
Just don't leave...don't leave
I'm not living
I'm just killing time
Your tiny hands
Your crazy kitten smile
Just don't leave...don't leave
And true love waits
In haunted attics
And true love lives
On lollipops and crisps
Just don't leave...don't leave
Just don't leave...don't leave
Thom Yorke
La mezcla de mentiras llevándonos lejos
Yo quería decirte
(ya que tengo las palmas erguidas)
(y la piel con pelusa de conejo)
(la carnada en la boca)
que conocerte fue hermoso
pero el invierno puede conmigo
y mi salud es cada vez más frágil, aunque no parezca, padezca, perezca
...
Hablar de amor es el secreto de los tiempos:
la palabra ensangra cicatrices
que se ensamblan
como abrazos deletreados mal.
(¿o se puede pedir la vuelta al mundo sin pagar un solo peso?)
(¿o se puede llegar y tomar una historia infinita sin tener un costo?)
El amor crece en cualquier parte.
Cuando empieza
el dolor en el brazo se transmite, desde adentro: mi flor
¡no quieras combatirla!
...
(y la garganta que me exige que no grite, que no aleje, entumezca mis vocales recitadas por un yo que desconozco, mi poema: uno más; retaceado por el grito que se quiere hacer oír ¿o se esconde? ¿y qué escondo? ¿qué guardo? ¿qué grito?
en medio de tanta desventura, lo puro:
la mezcla de mentiras llevándonos lejos
al final)
Luego que empieza no para
y los días se vuelven espuma avalancha ola otoñal
y te miro desde adentro de la bola en la que caímos
rodamos
de verdad, más en serio que nunca...
Virginia Janza.
(ya que tengo las palmas erguidas)
(y la piel con pelusa de conejo)
(la carnada en la boca)
que conocerte fue hermoso
pero el invierno puede conmigo
y mi salud es cada vez más frágil, aunque no parezca, padezca, perezca
...
Hablar de amor es el secreto de los tiempos:
la palabra ensangra cicatrices
que se ensamblan
como abrazos deletreados mal.
(¿o se puede pedir la vuelta al mundo sin pagar un solo peso?)
(¿o se puede llegar y tomar una historia infinita sin tener un costo?)
El amor crece en cualquier parte.
Cuando empieza
el dolor en el brazo se transmite, desde adentro: mi flor
¡no quieras combatirla!
...
(y la garganta que me exige que no grite, que no aleje, entumezca mis vocales recitadas por un yo que desconozco, mi poema: uno más; retaceado por el grito que se quiere hacer oír ¿o se esconde? ¿y qué escondo? ¿qué guardo? ¿qué grito?
en medio de tanta desventura, lo puro:
la mezcla de mentiras llevándonos lejos
al final)
Luego que empieza no para
y los días se vuelven espuma avalancha ola otoñal
y te miro desde adentro de la bola en la que caímos
rodamos
de verdad, más en serio que nunca...
Virginia Janza.
Sin el auxilio de la voz
Me gustaría contarte lo que veo, hablarte
de los hoteles abandonados apareciendo de la nada
en el medio de la carretera como castillos solitarios
cuyos puentes levadizos hubieran sido
dinamitados hace tiempo. Me gustaría
contarte lo que veo pero es imposible
hallar un dolor que condescienda
a ser narrado. ¿Vale la pena entonces,
emprender tan largo viaje para ir de un extremo
a otro del silencio? También es imposible
callar por completo: sé que terminaré por llamarte,
como se llama a alguien cuando se está a oscuras,
sin el auxilio de la voz, un estremecimiento
semejante al de esas luciérnagas
que al chocar contra un parabrisas en la ruta,
se deshacen esparciendo una nube pequeña
de polvo y luz...
Claudia Masin.
Poema titulado "París, Texas"
de los hoteles abandonados apareciendo de la nada
en el medio de la carretera como castillos solitarios
cuyos puentes levadizos hubieran sido
dinamitados hace tiempo. Me gustaría
contarte lo que veo pero es imposible
hallar un dolor que condescienda
a ser narrado. ¿Vale la pena entonces,
emprender tan largo viaje para ir de un extremo
a otro del silencio? También es imposible
callar por completo: sé que terminaré por llamarte,
como se llama a alguien cuando se está a oscuras,
sin el auxilio de la voz, un estremecimiento
semejante al de esas luciérnagas
que al chocar contra un parabrisas en la ruta,
se deshacen esparciendo una nube pequeña
de polvo y luz...
Claudia Masin.
Poema titulado "París, Texas"
final
“no he podido olvidar”
esto es definitivo
con el rabo entre las piernas
caminaré hacia atrás
morderé mi terrible soledad de insecto infecundo
de lo anterior no quedará nada
sino una oscura simiente de mentiras
un lunar rojizo en la nuca
y la negra baba del rencor tejiendo la trampa
yo soy así
animal que se ejecuta solo
y rapa la ondulada melena de la hembra pudorosa
pero no importa no importa
no he podido olvidar
la primera puerta será abierta
en el helado pasadizo del destierro
el zarpazo divino caerá como un mudo carnicero
y anidaré en mi oscura trampa
y esto será definitivo
Victoria Guerrero Peirano
esto es definitivo
con el rabo entre las piernas
caminaré hacia atrás
morderé mi terrible soledad de insecto infecundo
de lo anterior no quedará nada
sino una oscura simiente de mentiras
un lunar rojizo en la nuca
y la negra baba del rencor tejiendo la trampa
yo soy así
animal que se ejecuta solo
y rapa la ondulada melena de la hembra pudorosa
pero no importa no importa
no he podido olvidar
la primera puerta será abierta
en el helado pasadizo del destierro
el zarpazo divino caerá como un mudo carnicero
y anidaré en mi oscura trampa
y esto será definitivo
Victoria Guerrero Peirano
14 may 2010
De ti me separa un planeta
De ti me separa un planeta poblado de siete mares
y de animales de distinta especie que se entusiasman haciendo
el amor,
y me separan de ti todas las cosas que se dicen en los viajes
arriesgados
alrededor de ese mundo colmado de palabras o poemas o caricaturas
de los animales de distinta especie que miramos hacer el amor.
De ti los árboles que cubren con sus sombras a las sórdidas
parejas
y los parques enrejados, donde se filtra el humo de las fábricas
y el humo de los autos y las voces de los edificios donde también
se hace el amor
y me separan de ti los poemas que te dije en cualquier lugar
del tiempo
y los poemas que no sé escribir, y los que pienso escribir,
aunque no sepa,
y los poemas que no escuchas, que no miras, que no dices
porque eres sabia como un mono, lejana como un mono
en la ciudad llena de fábricas y parques y edificios
donde no haremos el amor
donde no haremos el amor
porque de ti me separa un planeta poblado de siete mares,
un planeta con sus sombras.
Sobre él giro y me alejo
y estoy volviendo, todavía.
José A. Mazzotti
y de animales de distinta especie que se entusiasman haciendo
el amor,
y me separan de ti todas las cosas que se dicen en los viajes
arriesgados
alrededor de ese mundo colmado de palabras o poemas o caricaturas
de los animales de distinta especie que miramos hacer el amor.
De ti los árboles que cubren con sus sombras a las sórdidas
parejas
y los parques enrejados, donde se filtra el humo de las fábricas
y el humo de los autos y las voces de los edificios donde también
se hace el amor
y me separan de ti los poemas que te dije en cualquier lugar
del tiempo
y los poemas que no sé escribir, y los que pienso escribir,
aunque no sepa,
y los poemas que no escuchas, que no miras, que no dices
porque eres sabia como un mono, lejana como un mono
en la ciudad llena de fábricas y parques y edificios
donde no haremos el amor
donde no haremos el amor
porque de ti me separa un planeta poblado de siete mares,
un planeta con sus sombras.
Sobre él giro y me alejo
y estoy volviendo, todavía.
José A. Mazzotti
La sed de millones de árboles
La osa mayor corrige la punta de su cola
y te corona con la estrella que guía
la mía.
Los mares se han torcido con no poco dolor hacia tus costas.
La lluvia dibuja en tu cabeza la sed de millones de árboles.
Las flores te maldicen muriendo,
celosas
En estos días no sale el sol, sino tu rostro.
Y en el silencio, sordo del tiempo, gritan tus ojos.
¡Ay!, de estos días terribles,
¡Ay!, de lo indescriptible.
En estos días no hay absolución posible para el hombre.
Para el feroz, la fiera que ruge y canta ciega.
Ese animal remoto que devora y devora primaveras.
En estos días no sale el sol, sino tu rostro.
Y en el silencio, sordo del tiempo, gritan tus ojos.
¡Ay!, de estos días terribles,
¡Ay!, del nombre que lleven,
¡Ay!, de cuantos se marchen,
¡Ay!, de cuantos se queden,
¡Ay!, de todas las cosas
que hinchan este segundo.
¡Ay!, de estos días terribles,
asesinos del mundo.
Silvio Rodríguez
Antes un arcoiris que amarte
Ya no te quiero, pequeña
ahora amo a los caballos.
Mañana amaré a las islas
y pasado será alguna ave.
(Tal vez en tres años
te vuelva a amar).
Y luego serán las vacas
pintas y luego serán
los minerales ¿tú sabes, el
cobre, el hierro, el?
y luego serán las ciudades
(alguna que otra jirafa)
y luego los puentes.
Antes un arcoiris que amarte, pequeña,
ya no te quiero
ahora amo a una mujer
que disuelve sus cuerpos
en las lluvias del otoño
iluminada/ anudada/ inundada
por el neón brillante
del poste de alumbrado público.
(Oh pequeña)
ya no (te quiero
Oh mujer)
ya no te quiero
sólo amo a las calles que me alientan
hacia la noche mientras la noche
ya no es noche sino mar y el mar
tumba de sonámbulos océanos, licor.
Mario Montalbetti.
Poema titulado "Ya no te quiero, pequeña"
ahora amo a los caballos.
Mañana amaré a las islas
y pasado será alguna ave.
(Tal vez en tres años
te vuelva a amar).
Y luego serán las vacas
pintas y luego serán
los minerales ¿tú sabes, el
cobre, el hierro, el?
y luego serán las ciudades
(alguna que otra jirafa)
y luego los puentes.
Antes un arcoiris que amarte, pequeña,
ya no te quiero
ahora amo a una mujer
que disuelve sus cuerpos
en las lluvias del otoño
iluminada/ anudada/ inundada
por el neón brillante
del poste de alumbrado público.
(Oh pequeña)
ya no (te quiero
Oh mujer)
ya no te quiero
sólo amo a las calles que me alientan
hacia la noche mientras la noche
ya no es noche sino mar y el mar
tumba de sonámbulos océanos, licor.
Mario Montalbetti.
Poema titulado "Ya no te quiero, pequeña"
Suzanne
Suzanne takes you down to her place near the river
You can hear the boats go by
You can spend the night beside her
And you know that she's half crazy
But that's why you want to be there
And she feeds you tea and oranges
That come all the way from China
And just when you mean to tell her
That you have no love to give her
Then she gets you on her wavelength
And she lets the river answer
That you've always been her lover
And you want to travel with her
And you want to travel blind
And you know that she will trust you
For you've touched her perfect body with your mind.
Traducción:
Suzanne te lleva a su escondite, al lado del río.
Puedes oír las barcas pasar de largo.
Puedes pasarte toda la noche a su lado.
Y sabes que está medio loca,
pero ése es el motivo por el cual estás allí.
Y te da té, y naranjas
que vienen directamente de China.
Y cuando tratas de decirle
que no tienes amor para ofrecerle,
te coge y te mece en sus brazos,
dejando que sea el río el que conteste
que siempre has sido su amante.
Y quieres viajar con ella.
Quieres viajar, cegado.
Y sabes que confiará en ti
por haber tocado su cuerpo perfecto con tu mente.
Leonard Cohen
13 may 2010
Del silencio más puro
Se espera que la lluvia pase. Se espera que los vientos lleguen. Se espera. Se dice. Por amor al silencio se dicen miserables palabras. Un decir forzoso, forzado, un decir sin salida posible, por amor al silencio, por amor al lenguaje de los cuerpos. Yo hablaba. En mí el lenguaje es siempre un pretexto para el silencio. Es mi manera de expresar mi fatiga inexpresable. Debería invertirse este orden maligno. Por primera vez emplear palabras para seducir a quien se quisiera gracias a la mediación del silencio más puro...
Alejandra Pizarnik.
Texto titulado "Palabras".
Alejandra Pizarnik.
Texto titulado "Palabras".
Ellas los prefieren canallas
Equilibrista que caigo una y otra vez de la cuerda en este circo inmundo; no aprendo, torpe.
La última vez me convencieron de que debía ser cruel y arrastrarla de los cabellos sin miramientos;
ellas los prefieren así.
Para cazar y mantener a la prole hacen falta armas, nada de versos.
Y mejor si uno se rodea de mentiras, de infidelidades;
acaso ellas quieran competencia
o tener la certeza de que el macho vale la pena.
Esta tarde, abandonaré mis afanes de equilibrista.
La última vez me convencieron de que debía ser cruel y arrastrarla de los cabellos sin miramientos;
ellas los prefieren así.
Para cazar y mantener a la prole hacen falta armas, nada de versos.
Y mejor si uno se rodea de mentiras, de infidelidades;
acaso ellas quieran competencia
o tener la certeza de que el macho vale la pena.
Esta tarde, abandonaré mis afanes de equilibrista.
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